Esta es una afirmación que sostiene Rosa Oriol de la firma de joyería Tous, que en la actualidad cuenta con unas 700 tiendas en 56 países, y ha llegado a su primer siglo de vida para celebrarlos con un documental denominado: “Oso, historia de un icono”, y el mismo ha sido protagonizado por toda la familia.
A muchos les interesa de donde ha surgido la maravillosa idea de filmar “Oso, historia de un icono, y posiblemente haya surgido del hecho de llegar a su centenario, y para celebrarlo un documental ha de ser una buena manera explicando esos 100 años de historia, una historia cuya base es la familia, una empresa y una marca, para compartirnos su legado gráfico.
La directora del film fue Amanda Sans Pantling, de quien se sabe desarrolló gran complicidad con la familia pues el punto de partida se encontraba en mostrarse de forma honesta, transparente y valiente. Amanda hizo una apuesta por enfocar desde un punto de vista bastante real, aunque nada complaciente, toda la historia de la empresa.

Por su parte, la familia Tous señala que se encuentra muy satisfecha de ello, y el público lo entendió bien. Ante tal respaldo, señalan que todo lo hacen como si se tratara de la creación de una joya, es por ello que todo ha de ser perfecto y de gran calidad. Posiblemente hay quien piense que la familia sintió algún reparo al pensar que oso podía reflejar lo bueno y lo no tan bueno de la firma, pero en realidad esto no fue así.
Su representante señaló que ellos tan solo hablaron de su verdad y grabaron en compañía de un equipo con el que te sientes a gusto. Rosa Tous sostiene que cuando vio las primeras pruebas sentí vértigo y pensó: “Madre mía. ¿Estamos haciendo esto de verdad? ¿Y ahora todo el mundo lo verá?”. Tuvo gran incertidumbre aunque al final pensó que era una pieza transparente y se tranquilizó.
Y es que en esta cinta no solo se muestra la parte amable de la firma. En una de las escenas es posible apreciar cómo las cuatro hermanas, Rosa, Alba, Marta y Laura, quienes en la actualidad dirigen la empresa, son en excesivo exigentes entre ellas, más bien duras. Esta exigencia proviene de lo vivido con su madre y lo han vivido con normalidad, aunque no dejan de esforzarse por buscar también las cosas buenas de cada una de ellas y transmitirlas entre todas.
La historia encuentra sus inicios cuando Rosa Oriol y Salvador Tous, aceptan tomar el relevo del pequeño taller de relojería de su abuelo ubicado en Manresa. Cuando contraen nupcias y Salvador nota que Rosa en los años 70 anda en busca de un tipo de joyería distinta, apelan a su avanzada visión, entendiendo que la sociedad de entonces estaba cambiando y que la mujer precisaba de un tipo de joya que fuese más asequible y que además pudiera llevar en cualquier momento del día.
Ellos llegaron a viajar mucho a ferias internacionales, pues sostienen que “la inspiración está en la calle”. A través de dicho contacto con sus clientas pudieron darse cuenta de que había que crear un tipo de joyería que con la que se democratizara el sector.